16/9/12

Libertad

Seguridad, aplomo, ese sentimiento de que vales algo en la vida, de que no sólo eres uno más, de que tienes derecho a resaltar entre los demás haciendo las cosas bien y utilizando tus destrezas específicas, saber qué debes hacer y cuándo debes hacerlo.

 Sentir la capacidad de mantener la calma ante las amenazas, saber que las decisiones son propias e independientes de cualquier vicio, tener un objetivo y la determinación de alcanzarlo, fijar un rumbo con la disposición de cambiar de ruta para alcanzarlo, tener la sabiduría para decidir cuál salida usar.

Saber tratar a la gente, leer sus verdaderas intenciones, descubrir que el mundo es un organismo cambiante y espontáneo sin límites en cuanto a las coincidencias. Saber que un respiro no es un descanso, sino un punto de partida para otro proyecto, desatar la creatividad y encontrar refugio en las cosas más simples.

Aprender a sentir los sonidos, cerrar los ojos y vivir un mundo totalmente diferente al pasado, descubrir en la curiosidad la fuente de la imaginación, sentir que el piso se aleja de los pies cuando se respira hondo y se aceptan los pensamientos esporádicos en su forma más primaria y cruda.

Apreciar el cuerpo como el vehículo de sueños que realmente es, entender sus límites y saber decidir cuando es necesario cometer un exceso. Excluir la mente de los pensamientos inconscientes de los otros, respetar lo suyo y esperar que respeten, desechar a los indeseables.

 Aceptarme.

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