2/5/13

[Monólogo de una lesbiana]



No eres tú, soy yo.

¿Qué soy? ¿Qué soy si no una bella flor, delicada… dependiente? No soy ni un pensamiento más que una rosa ordinaria que espera a su clavel, una criatura divina  con propósito, dirección y rol definido por el creador… ¿O no lo soy?

Tal vez su obra no sea suficiente para mí. Tal vez ser hembra de varón no sea suficiente para mí.
Le soy infiel a mi propósito con la luz de la luna que traspasa mi cuerpo y se escurre entre mis rodillas cada cuarto sábado o domingo.

No me importa ese papel tan trillado y ordinario que escribieron para mí escritores tan antiguos como el tiempo mismo. No me importa que no me paguen la cena, y que no tenga que depender de un hombre para mantener las puertas abiertas en mi vida.

No me importa que mis cristianos padres sean tan ingenuos como para decir que su hijita aún no “ha tenido la suerte” de encontrar un hombre que le recuerde que es débil, frágil, sentimental… Mujer.

No me importa quedarme sola y “jamona”, si no me interesa un pecho rústico y peludo junto al cual acostarme después de fingir un orgasmo.

No me importa lo que piensen todos, o el derecho que sientan que tienen para regir sobre mi cuerpo y sobre a quién dejo entrar en mí.

Lo que me importa... Es tu sonrisa cuando te recuerdo que te quiero, el dulce olor que siempre luces, como vivimos juntas, y como juntas simplemente somos.

Lo que me importa es que te asustes si conoces tu lugar real en mí. Que sepas que virtualmente no existe mejor amiga y amante que desearía recibir entre mis piernas, sobre mi cuerpo, devorando mis senos y bebiendo de mí.

Lo que me importa es que me destierres de tu vida al saber que te deseo, que quiero recorrer el salvaje océano de tu cuerpo en el bote de mi boca, remando en ti con mi lengua, saboreando cada uno de tus poros.

Odiaría perderte… que todo sea extraño entre nosotras, que ya no se reconozcan nuestros cuerpos. Que estemos lejos y que tu nombre sea sólo un motivo para arrepentirme de romper mi silencio.


Y aunque me duela… solo por ti… odio ser mujer.

No hay comentarios: